El pasito está desprolijo
tambalea en caos burgués,
un sueño intrauterino se deshace
sosteniendo un nombre como un don.
Están queriendo cortar los lazos,
nos queda la sangre y sus frecuencias,
la voz primero calla,
para escucharse respirar invoca un disco solar.
El motor rompe la tarde
y el aguacero nos une ¿No ves?
Podemos desde el giro inusitado,
atender a los metales que nos comunican,
en lo doméstico y lo pronóstico,
en su justo pupo te veré, en otro calabozo,
del otro lado de la baba,
con la risa de complot
y la boca rebosante.